¿Muy joven para un Accidente Cerebrovascular? Una emergencia sin edad

¿Muy joven para un Accidente Cerebrovascular? Una emergencia sin edad

24 Enero 2020

Si bien, es más común en personas sobre los 65 años, los más jóvenes no están exentas de tener un ACV.

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El Accidente Cerebrovascular (ACV) no es una emergencia exclusiva de los adultos mayores, y aun cuando aparece en menor medida, muchas veces se puede presentar en personas jóvenes, entre los 15 y 45 años.

Los síntomas en ambos grupos etarios son similares: aparece en forma súbita, debilidad en alguna extremidad, imposibilidad para hablar o entender, problemas de visión, en algunos casos dolor de cabeza muy fuerte, etc.  Pero sus causas, ¿son iguales?

Por otra parte, cifras entregadas por diversos estudios señalan que tanto las causas como el desarrollo de ACV en adultos mayores y jóvenes implican diferencias. Mientras que en los adultos mayores el ACV Isquémico tiene una incidencia de un 80%, en los jóvenes tanto el ACV Hemorrágico como Isquémico tienen una tasa de aparición similar.

Cabe señalar que las causas de Accidente Cerebrovascular en jóvenes son mucho más variadas que con los adultos mayores. En el caso de los Isquémicos algunas de las causas que se han identificado son: Cardioembolia (problema de las válvulas cardiacas), Arteriosclerosis Precoz, Vasculopatía no arteriosclerótica, alteraciones de la coagulación y casos indeterminados.

Más allá de la edad, el Accidente Cerebrovascular es una emergencia médica y debe tratarse en un corto plazo. Lo primero es reconocer los síntomas y luego realizar un traslado urgente a un centro asistencial. Cabe recordar que el Accidente Cerebrovascular está dentro de las patologías cubiertas por el GES (Ex AUGE), por lo que tanto el diagnóstico como la hospitalización, el tratamiento y control están garantizados por el Estado de Chile.

Por otra parte, es importante destacar que un gran porcentaje de los ACV se pueden prevenir y para eso hay que mantener controlados los principales factores de riesgo, además de mantener chequeos constantes de presión arterial, glicemia y colesterol.