Julio Verne y Chile: 6 apariciones de nuestro país en los libros del autor

Julio Verne y Chile: 6 apariciones de nuestro país en los libros del autor

16 Diciembre 2017

5 de esas aventuras están ambientadas en la región de Magallanes.

Chile y el Mundo >
authenticated user Corresponsal

-El Faro del Fin del Mundo (1901)

Un clásico que varios tuvimos que leer en el colegio, y ambientado ni más ni menos que en el Cabo de Hornos. La historia parte cuando el gobierno argentino instala en la isla Estados el llamado “Faro del fin del mundo”, donde destina  a tres marineros encargados de mantenerlo funcionando. El problema es que en la misma isla vive una banda de piratas chilenos liderados por el malévolo Kongre, quienes asesinarán a dos de los tres argentinos con miras a apoderarse del faro. Chilenos versus argentinos peleando por el control de una isla magallánica… ¿se habrá adelantado Julio Verne al conflicto Beagle?

-Un Capitán de 15 años (1878)

¿Quién no ha soñado con capitanear un barco? El joven Dick Sand, protagonista de este libro, puede decir que lo hizo. El barco viajaba con rumbo a Valparaíso, pero debido a un accidente murió tanto el capitán original de la nave, como su primer oficial y varios miembros de la tripulación, quedando el barco en manos de Dick. Uno de los villanos de la historia altera las brújulas, para que Dick navegue en la dirección equivocada de modo que al tocar tierra, juran que están en el norte de Chile, en la región de Atacama. No obstante, al poco internarse en la selva, al ver cebras y leones descubren que en realidad están en África.

-Dos años de vacaciones (1888)

Otro viaje extraordinario protagonizado por niños. Esta vez, una gira de estudios que salió muy mal, cuando un grupo de escolares neozelandeses parten en una goleta en un viaje de fin de curso. Como era de esperarse, la embarcación naufraga en una isla deshabitada. Allí los niños deberán enfrentarse a piratas y distintos intentos por volver a casa, que los llevarán a navegar por lejanas aguas, incluso por los fiordos del estrecho de Magallanes.  

-Robur el Conquistador (1886)

Desde la época de Da Vinci a la de los pioneros de la aviación, que muchos soñaron con diseños bien extravagantes de máquinas voladoras. “El Albatros” de estética steampunk, es quizás una de las ideas más pintorescas al respecto: se trata de un barco con muchos mástiles coronados por hélices, algo muy similar a los modernos helicópteros.

Los vuelos de esta curiosa máquina alrededor del mundo, pasarían hasta por el “pequeño pueblo” de Punta Arenas, justo cuando la iglesia tocaba sus campanas. En dicho capítulo, Verne escribió: “Si los patagones, cuyas fogatas se veían acá y allá, tienen una estatura superior a la mediana, los pasajeros de la aeronave no pudieron juzgarla bien, porque la altura los convertía en enanos”, para luego describir desde el aire la geografía magallánica.  

-Los hijos del Capitán Grant (1865)

Mary y Robert, hijos del desaparecido capitán Grant, tras hallar un mensaje en una botella, forman una expedición para encontrar a su padre y su velero "Britannia".

A lo largo del viaje pasan por el Estrecho de Magallanes, el penal de Punta Arenas, Talcahuano y Concepción. Luego, creyendo que el capitán Grant podía estar en poder de aborígenes, contratan guías indígenas para cruzar la cordillera por Antuco, donde son víctimas de un terremoto que destruyó el camino para cruzar a Argentina.

-Los náufragos del Jonathan (1897)

También titulada como “En la Magallanía”, esta historia, ambientada en la Isla Nueva, tiene como protagonista a un misterioso ermitaño llamado Kaw-Dyer, un anarquista cuyo lema es “ni dios ni amo”. Su soledad se verá interrumpida cuando se produce un naufragio, a cuya tripulación se verá obligado a auxiliar, e incluso gobernar, haciendo a un lado sus principios. Los indígenas patagones, la geografía y la flora y fauna austral son ampliamente descritas en esta novela.

Cabe destacar que a fines de los ´70, en la época del conflicto Beagle, un diario chileno publicó un artículo titulado "Julio Verne, Testigo de Chile", donde se citaba un párrafo de esta novela, justamente porque aquí Verne aseguraba que la isla Nueva, una de las islas en disputa, le pertenecía a Chile.